Neverland por Oota Yumi se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
Basada en una obra en http://shineeyfxfanfiction.blogspot.mx/.
Pues es mi primera obra, la escribí hace mucho y pues espero les guste.
Gracias por leer ^_^
NEVERLAND
¡Que
rayos!, -Si no apresuro el paso los guardias del castillo me atraparan-¿Por qué
corro?, se preguntaran, pues la respuesta es la siguiente: Yo soy Luna soy una princesa, pero no una
ordinaria, y eso me ha traído grandes problemas con mis padres y tutores, y por
eso corro, bueno no exactamente, corro
porque me escape del castillo en la mañana para dar un paseo por el reino y
estando por ahí unos guardias me vieron y quieren regresarme al castillo, -pero
tengo que llegar primero porque si no otra vez me darán el sermón del día, solo
espero que todavía no notifiquen a mi padre, uff...,que cansada estoy- entonces
me di cuenta que había corrido hasta llegar al bosque encantado, -¿¡pero que!?,
corrí en dirección contraria T_T, pues ni modo vienen atrás de mi, tendré que
entrar.
Me
escondí atrás de un árbol y escuche a
los guardias decir:-espere princesa, ¡no entre en ese lugar!, y ahora ¿que haremos?,-
no queda mas que avisar al rey, comento otro, -tiene que ser lo mas rápido
posible ese bosque es muy peligroso, así los guardias se retiraron a toda prisa
hacia el castillo.
Mientras tanto yo caminaba, preguntándome
porque lo llamarían bosque encantado, maldito, etc. si se veía muy hermoso lo
único raro eran sus arboles con follaje azul y rosa y en ese momento fije la
mirada en una gran puerta dorada que estaba algo lejos pero igual corrí hacia
ella, llegue observe un gran jardín con mas rosas que otras flores y me quite el vestido, como lo odiaba, y me
quede con el fondo, empece a recorrer los jardines y en eso vi una rosa dorada,
era rara pero igualmente hermosa y cuando me disponía a cortarla escuche una
voz que me decía:
-¡no la cortes!-
-lo siento, disculpa no era mi intención- El
extraño se acerco y se me acero tan cerca que me sonrojo un poco pero bueno no me
culpo y mientras yo pensaba en lo guapo que era no me di cuenta hasta después
de 5 minutos que estaba hablándome…
-oye, hola, ¿hay alguien ahí?- me decía, cuando
reaccione se rio, tenia una hermosa sonrisa
-Discúlpame no era mi intención entrar sin
permiso, y ¿cual es tu nombre si puedo saber?
- Príncipe Onew Montesco, my lady...
-Un placer Onew, y seria tan amable de decirme
¿donde estoy?
- ¡claro!, esta en Neverland señorita, es bueno
tener visita de vez en cuando ya me sentía solo- me dijo con una gran sonrisa
-¿Neverland?, que extraño nombre y ¿por que
esta aquí joven Onew?
-porque aquí es un lugar magnifico para pasar
el rato nadie molesta... ¿no lo crees?
-pero el bosque esta maldito desparecen
personas, dije
- palabrerías de las personas, o puede ser porque no quieren que la gente se
acerque y corte esta esplendida rosa dorada o tal vez porque nadie puede entrar
en este lugar.
Y en ese
preciso momento volteé y vi una caballeriza acercándose y regrese la vista a Onew
y ya no había nadie aparte de mi.
Mi padre bajo de un carruaje y en ese momento
supe que eso seria muy grave, cuando estuvo frente a mi me quede muda no sabia
que decirle y como le explicaría que estaba en ese bosque, solo con fondo y
sentada en medio de la nada como si estuviera de picnic.
-¿¡Que haces aquí Luna Elizabeth de Rosemberg!?
Me pregunto con un tono severo en la voz
-yo...vine a ver como era, dije mintiendo
- ¡pues eso será lo ultimo que hagas señorita!
ya tienes 19 años y estamos en pleno siglo XVII así que si te sigues portando
así cancelaré tu boda que será el próximo viernes con el duque Henry Doyle.
-¡QUE! llevo planeándola meses.
-eso lo dices para inventar una salida, pero de
esta no te salvas Luna, será en un mes y es mi ultima palabra en el asunto-,
sentencio mi padre
No me quedaba nada más que aceptar la sentencia, sabia que había sobrepasado los
límites impuestos, sabía que entrar a ese bosque seria mi perdición, ya se me
había sido advertido el que no entrara y aun así entre… pero… eso no me
impediría el volver a ir a ese bosque tenia que investigar, tenia que saber
quien era en realidad Onew Montesco y ¿¡que hacia en ese lugar!? En el bosque
encantado no, en Neverland…
Así pasaron dos días, me veía obligada a aparentar que por la sanción había mejorado
mi comportamiento, todos se encontraban encantados con mi comportamiento y tenía que lograr que así se quedara por lo
menos hasta el anochecer.
-Me retiro a mi habitación dije a las 8:00
acabando la cena en el comedor…
-Buenas noches-, me desearon mi padre y mi
madre.
-Que nadie me moleste me duele la cabeza,
mencione, tenia que estar segura de que nadie pasara a vigilarme en la noche
-así será- respondieron.
Ya en mi habitación cerré la puerta con llave
por precaución, abrí el armario y saque unas ropas que había tomado del cuarto
de una de las sirvientas del castillo era un faldón, una blusa y un tipo de
reboso; me quite el largo vestido y me puse las otras ropas, verifique que no
fuera tan fácil reconocerme así después
a las 9:00 tuve que esperar baje por las enredaderas que quedaban fuera
de mi balcón y salí por el compartimiento por el que siempre me escapaba, ya
afuera de palacio, corrí con todas mis fuerzas hasta llegar al bosque esta ves
como era de noche realmente daba mucho miedo entrar en el pero aun así me
adentre en el, y sorprendentemente estaban hay esas majestuosas puertas
brillando igual que el sol, volví a correr hacia ellas pero esta ves pude
apreciarlas con mas detenimiento y en la parte superior decía ‘’NEVERLAND’’ entré cautelosamente, pase por los jardines y
pude observar un castillo al final pero… por que no pude verlo la primera ves
seria que estaba tan ocupada mirándolo a él y mis mejillas se sonrojaron
–olvídate de eso- me dije a mi misma, camine con cuidado y oí pasos de personas,
me escondí atrás de unos arbustos y cuando enfoque a las personas me sorprendí
esas personas eran los pobres campesinos que habían desaparecido hace 4 meses
en el reino y lo mas raro era la buena forma en la que iban vestidos, después
de que se fueron seguí mi camino hasta llegar a unas fuentes hermosas en otro
jardín me senté a un lado de una y me quede mirando el reflejo de la luna en el
agua cerré los ojos y de repente unas manos me tocaron los hombros voltee y hay
estaba Onew con su hermosa sonrisa igual que aquel día.
-O…Onew-dije casi sin creerlo
-¡Hola!, pensé que no nos volveríamos a ver -
menciono, adoraba su sonrisa, sus hermosos ojos azules, no quería aceptarlo
pero sentía algo por el.
-¿Por qué todo desapareció aquel día?, ¿Qué
hace aquí la gente que se supone desapareció? y ¿Por qué este lugar no se ve
desde las alturas? - pregunte, tenia que
resolver todas mis dudas todo era un desorden para mi.
-vaya… ocupare tiempo para explicar… ¿me dará
su tiempo señorita?
-por supuesto- dije
- Todo desapareció aquel día porque este es un
reino mágico lo creas o no, la gente que se supone desapareció esta aquí porque
cuando estaba perdida les ofrecí mi ayuda y decidieron por su cuenta quedarse y
el lugar no se ve desde las alturas porque como dije antes el lugar es mágico
una persona mala, avariciosa, o simplemente alguien que no quiere ver... no
puede ver ni entrar en Neverland, tal vez parezca una vil mentira pero asi es -
-Eso puede explicarlo… pero nadie lo asegura
pero aun asi te creeré-
Para mi mala suerte el reloj que había en el
campanario indicaba que eran ya las 12:00 y tenia que irme, así que me despedí y
cuando estaba apunto de irme me dijo:
-my lady aun no se su nombre…
-princesa
Luna Elizabeth de Rosemberg
-Entonces señorita Luna me gustaría verla otro
día
-Mañana estará bien, comente
-Perfecto
Y asi me despedí de él y regrese a toda prisa
al castillo. En la mañana en el desayuno me preguntaron a que se debía la gran
sonrisa que tenia y sinceramente ni yo sabia, todo iba bien hasta que una
sirvienta comento que seria por la próxima boda con el duque, la que tanto había
esperado, todos comentaban que seria la boda del siglo y que jamás habían visto
tanto amor entre dos personas y en ese momento todo se oscureció para mi, ya
era martes y solo quedaban 3 días para ese suceso pero, ¿por que eso me
deprimía? no era lo que siempre quise lo que había esperado, pero aun así no le
tome mucha importancia arregle todo para la noche, estaba ansiosa.
Estuve esperando todo el día y hasta tome una
siesta para reponer las horas perdidas. Ya en la noche volví a salir, y así fue
también el miércoles, platicamos mucho tiempo, nos reímos y divertimos y el
jueves en la noche cuando hablaba con Onew se sentía una vibra de tensión en el
ambiente era raro no era como los últimos días, el no sabia que me casaría al
día siguiente pero aun así estaba raro y de repente se volteo con una mirada
melancólica y me dijo:
- mañana el castillo desaparecerá al medio día,
para siempre, no podremos volver a vernos-
-¿Qué?- exclame, -¿Por qué?
-hay muchas razones, pero… quédate con migo realmente
me he enamorado de ti se que tal ves sea muy pronto, tal vez no te conozco
mucho pero...
-pero... ¡esto no puede ser!, mañana me casare,
tienes que saberlo
Sin pensarlo corrí de regreso a el castillo
tenia que aclarar todo… mañana me casaría con una persona que siempre pensé
que amaba hasta que conocí a Onew realmente, ¿que era lo que sentía?
Al día siguiente me despertaron muy temprano, la
boda seria al medio día, a las 11:45:00
ya estaba arreglada solo esperaba a que llegara el momento, y fue cuando mi
próximo esposo el duque Henry Doyle
llego, yo baje a recibirlo cuando llego me escondí atrás de uno de los pilares
y lo vi, solamente veía a una persona avariciosa, engreída… no como Onew y fue
cuando reaccione. Realmente yo nunca lo había amado solo quería estar con el
porque era lo que todos querían. Salí corriendo por la puerta con el gran
vestido que costo demasiado, me detuve y se oyeron las campanas ya eran las 11:58,
quedaban 2 minutos, acelere el paso hasta que llegue.
-Justo a tiempo, tardaste mucho- me dijo Onew
quien había estado esperando en la puerta
-Lo se… pero llegue-.
Es irónico pero la felicidad que siempre busque la encontré en NEVERLAND que significa país de nunca
jamás.
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